WordPress: ¿lo mejor para mi negocio?
Wordpress es la alternativa más popular para empezar una web, pero ¿es la opción correcta para tu proyecto? Aquí te lo decimos.
Jose Miguel Pedraza Mateo
10 jun 2021 • Lectura de 9 min.
Cuando uno comienza a concebir su idea de un negocio online, no suele saber cómo funciona una página web. ¿Podemos sentirnos culpables por eso? En lo absoluto, ¿cuándo nos lo enseñaron?
Esto no debe detenernos de seguir con nuestra esperanza de emprender digitalmente. Sin embargo, tenemos que comprender ciertos conceptos al menos en lo más básico: frontend, backend, SEO, etc.
Así que primero tomemos una clase exprés. Frontend: la cara de la web, todo lo que un usuario ve cuando la visita. SEO: qué tan bien nos posiciona un buscador como Google en sus resultados. Backend: lo que hace dinámica a una web, donde ponemos la información, aquí un ejemplo visual:
Este es el backend de una aplicación en WordPress. Aquí agregamos extensiones, escribimos entradas para nuestro blog, agregamos páginas, entre otros. Esto luego se refleja en el frontend.
Puede que esa imagen te resulte familiar –como tal vez no– y no sería extraño: WordPress corre el 40% de todos los sitios web del planeta.
¿Qué es WordPress?
A pesar de que cuando hablamos de Internet WordPress siempre aparece en la conversación, no es muy popular su definición. Es más, es común que alguien que lo usa no sepa definirlo. WordPress es un sistema de gestión de contenidos.
Un sistema gestión de contenidos o Content Management System (CMS) es una forma ideal de hacer un backend como este:
En algo tan amigable como el backend de WordPress. Nada de código, todo en una interfaz que uno pueda comprender en menos tiempo. Esto permite que una web sea auto gestionable y que no dependa la organización que lo maneja de un programador cada vez que quieran agregar algo.
Conveniente, ¿verdad? Eso los hace tan populares. Pero, ¿qué hizo que WordPress sea de lejos la más popular?
WordPress: su historia
Lo sorprendente es que WordPress no empezó como el gestor multipropósito como lo conocemos hoy. El mágico "Todo puede hacerse con WordPress" no existía allá por 2003, cuando este CMS nació.
En ese tiempo lejano Internet era una inmensa red de blogs. El ecommerce era algo reservado para grandes empresas como Pizza Hut que abrió su tienda en los 90s, con la necesidad de programadores y servidores dedicados que uno debía comprar y mantener.
Como dato curioso: fue en el año 2000 que se lanzó el primer CMS, llamado Typo 3. De pronto, la brecha para tener una página web se acortó.
En ese tiempo, Internet era blogs y el ecommerce era algo reservado para las grandes empresas.
Sin embargo, la verdadera revolución llegó tres años después con WordPress: un CMS orientado exclusivamente a la gestión de blogs. Esto lo hizo eventualmente el rey de Internet. Ahora, ya ni siquiera tenías que ser programador.
Con el tiempo y la implementación de plantillas, solo creabas –o te creaban– tu WordPress y listo: toda una web lista para ti. Explotó. En 2007, Tumblr intentaría crear una alternativa, pero eran dos conceptos de blogging totalmente distintos: en Tumblr eras parte de su red, pero con WordPress todo era tuyo.
Entonces, conforme Internet se hacía masivo por los blogs y el boom de las redes sociales, varias empresas establecieron su presencia online. Esto requería una fuerte inversión en mano de obra especializada.
Por otro lado, llegamos al año 2011, y comienza a agrandarse un mercado de renta de servidores. Pero no solo eso, ese mismo año nacería WooCommerce.
El ninja de las ventas
WooCommerce es una de las extensiones más populares de WordPress. Una extensión es un programa que le agregas a un sistema para que pueda hacer más cosas.
La razón de su popularidad es simple: WooCommerce permite vender cosas en tu blog hecho con WordPress. Ahora, tan fácil como tener tu blog, puedes tener tu tienda.
De nuevo, esto fue una revolución. Claro, antes ya era posible intentar convertir tu blog en una tienda online, pero requería de mucha configuración –un programador, básicamente– y podía dar errores.
La razón de que WooCommerce sea popular es simple: hace simple vender cosas en tu web hecha con WordPress.
WooCommerce, con el agradable logo de un ninja, era y es la mejor configuración para convertir WordPress en un negocio como Dios manda.
El tiempo no ha pasado en vano. En el mundo de WordPress han llegado muchas innovaciones.
Desde creadores de formularios, gestores de correos, manejadores SEO, bots que ayudan con el mantenimiento de la web –que sea rápida– y hasta constructores visuales que nos permiten crear una página jalando componentes uno por uno.
Todo parece brillante... ¿cuál es el problema?
El mundo afuera de WordPress
Como con casi todo, hay más de una alternativa. Sí, WordPress es un gigante: de las webs hechas con un CMS, más del 60% usan este sistema de gestión de contenido.
Sin embargo, hay algunos problemas si decidimos usar un CMS que se ha extendido hasta el punto de que sirva para todo.
WordPress, queramos o no, siempre va a estar orientado al blogging. Agregarle una extensión como WooCommerce es conveniente, pero a cambio será más pesado.
Fuera del mundo de WordPress, tenemos CMS orientados al ecommerce como Shopify, Magento, PrestaShop, Squarespace, etc. Sin embargo, todos ellos requieren una licencia mensual –que incluye hosting– para usarlos. WordPress, en cambio, es gratis hasta cierto punto, pero tarde o temprano pagarás hosting.
Además, ha nacido un nuevo concepto llamado CMS Descabezado: separar el frontend del backend. ¿Recuerdas que al inicio hablamos de ambos? Tradicionalmente, estos iban juntos y los manejaba el mismo CMS.
Por ejemplo, WordPress puede llegar a ser especialmente robusto porque además del servidor tiene que correr todo el diseño del frontend. ¿No sería mejor tener dos máquinas que se encarguen exclusivamente del front y el back? Esta es la premisa de un CMS descabezado.
¿No sería mejor tener una máquina para el front y otra para el back?
En la práctica, esto significa que puedes usar, por ejemplo, el plan de Shopify de $9 al mes que solo te da un servidor al de $29 que también se encarga de correr la interfaz de tu web. Otros $11 se irán en el hosting del frontend y aún así ahorrarás $8 cada mes.
Pero la magia no termina ahí. Tener un frontend que no dependa de cómo funciona el backend hace que tu web pueda funcionar con tecnologías de punta, más eficientes, más rápidas y, en su gran mayoría, gratuitas.
Cualquiera que ha tenido cierta trayectoria con WordPress se ha enfrentado alguna vez con querer hacer algo, solo para descubrir que hacerlo significa comprar la licencia de una extensión que puede ser de un solo pago o una suscripción.
El gancho
Una tienda establecida con WordPress y WooCommerce puede generar mucho dinero. Sin embargo, eventualmente va a querer expandirse.
Tendrá dos opciones: contratar a un programador que extienda la web desde cero o comprar una extensión que lo haga. Esta extensión a parte tiene el costo de atención al cliente, porque sí: necesitan mantenimiento.
Por ejemplo, si quieres que tus visitantes puedan reservar algún servicio –como un restaurante, un hotel, etc.– tienes que pagar $249 dólares por la extensión oficial de WooCommerce.
¿Quieres ofrecer reservas por Internet? $249 dólares, al año.
¡Por ese precio sale casi a cuenta mejor mandar a hacer una web! Y eso, claro, que incluye un año de soporte, hay que volver a pagar otros $249 el siguiente año.
Si quieres suscripciones, pues $199 al año. Además, ¿quieres que tus publicaciones tengan una optimización SEO? ¿Decidir cómo se ven en Internet cuando las compartes?
Uy, para esto tienes que contratar Yoast SEO, una excelente extensión que te da las herramientas para diseñar la información que a los buscadores les importa.
¿El costo? 89 dólares. Un solo pago, pero si al segundo año quieres actualizarlo, y quieres soporte por un año más, toca pagar de nuevo. Ese es el gancho. ¿No lo vas a actualizar? Pues eventualmente vas a tener una brecha de seguridad; o sea, te pueden robar la página.
¿Quieres herramientas básicas de SEO? $89 dólares, al año.
Personalmente, me sorprende que un CMS dedicado al blogging como WordPress no tenga herramientas SEO implementadas por defecto.
Solo he mencionado los casos más comunes. Podemos comprar también constructores visuales –aunque varios tienen una capa gratuita– o seguridad SSL, ruletas, etc. El mercado de extensiones de WordPress es inmenso.
Seguro que si tuviste una tienda en WordPress te enfrentaste a entrar al backend y tenerlo lleno de anuncios queriendo convencerte de comprar la versión pro de su extensión.
Bienvenido al gancho. Luego de todo esto, podemos hablar de soluciones para cada tipo de negocio.
¿Tienda online? Strapi o Shopify
Tienes una serie de productos que quieres vender en Internet. Entonces, piensas en ver un tutorial de YouTube y aprender a hacer tu tienda online con WordPress, WooCommerce y algún constructor visual.
Luego del video, te sientes satisfecho, has podido hasta agregar una pasarela de pago. ¡Genial! Ya estás en el gancho.
Lo primero que tendrás que hacer es, además de pagar el hosting, comprar Yoast para que tu sitio pueda optimizarse para el SEO. Ojo, Yoast solo te da las herramientas para hacerlo.
Bienvenido al gancho, hora de pagar licencias por casi cada extensión que agregues a tu web.
Te doy una opción. En vez de esto, ¿por qué no tener todo lo necesario para hacer funcionar una tienda con Shopify a solo $9? Y luego, algún freelance –ejem, como yo– puede hacerte la web. Esto no incluye hosting –por el que cobro $11 al mes.
De pronto, todas las funcionalidades que necesites se hacen a un precio fijo. Nada de suscripciones por cada cosa. Un precio cerrado y se termina el trabajo. Aún pagarás por hosting, pero si tienes suerte ese incluye mantenimiento de quien te hizo la página. ¿Quién mejor para mantener algo que su desarrollador?
Otra opción sería usar Strapi. Strapi es un CMS gratuito, igual que WordPress. El único tema es buscar un proveedor que pueda darte un servidor con Strapi instalado. Luego, hacer todo el esquema de datos que incluye tus productos.
Todo lo que quieras por un precio fijo, despídete de las suscripciones, a excepción del hosting.
Yo ofrezco hacer una página que funcione con Strapi por solo $11 mensuales, incluyendo hosting y servicio técnico, una ganga. Claro, el precio de desarrollar la página en sí es aparte.
Strapi tiene la ventaja de que sirve para todo, pero no como WordPress. No está enfocado a nada en sí, sino que trabaja con datos. Los datos pueden ser transformados en cualquier tipo de objeto.
¿El resultado? Uno puede ofrecer productos, servicios, publicaciones para un blog y más desde un solo lugar. Todo se enviará a la web y, según como le pidas al programador que la haga, mostrará cada cosa en cierto lugar. Simplemente, Strapi puede expandirse hasta donde uno desee, gratis y de manera natural.
¿SEO? El frontend ya estará optimizado para eso. ¿Google AdSense? Cubierto, el frontend ya tendrá el bot. Olvídate de pagar Yoast SEO.
¿Contenido exclusivo? Ghost
Eres un creador de contenido, pero deseas ofrecer cierto contenido de manera exclusiva a quienes van a pagar mensualmente para mantener su acceso.
Se van a suscribir, sea a tus posts, reportajes, fotografías, obras de ficción e incluso videos o podcast –aunque estos últimos dos necesiten algo como Akamai, que no es barato.
Ya vimos que si queremos activar las suscripciones en WooCommerce hay que pagar $199 y Yoast SEO por otros $89: $288 al año. ¿Y si te dijera que hay otra opción? Una que incluye poder tener suscriptores, SEO incluido y gratis. ¡GRATIS!
Ghost es un CMS simplemente maravilloso para cualquier creador de contenido, sobre todo bloggers, pero tiene un gran abanico de integraciones, por lo que no te sentirás en un mundo aparte a WordPress.
Ghost es un CMS maravilloso para cualquier creador de contenido.
Por eso te ofrezco, así como con Strapi, un plan básico de $11 para tener tu web con Ghost. Además, Ghost trabaja con plantillas –es un WordPress mejorado–, por lo que puedo diseñar una plantilla especial para ti. Solo contáctame.
Psst, un último laurel sobre Ghost: puedes manejarlo casi todo desde el celular también. ¿Alguien quiere escribir su blog desde el sofá?
Conclusión
Internet no es sinónimo de WordPress. En este post, entendimos por qué es tan popular, y cómo hemos llegado a casi siempre englobar la idea de emprender online con WordPress. Sin embargo, ya sabemos que no es así.
El problema es que casi todos los hosting ya tienen un plan para que pagues y tengas listo tu web con WordPress. ¿Quieres salir de ese inmenso mundo de licencias? Contáctame y empecemos.